24 octubre 2016

Visitando los viveros de Milio

La pasada semana y en compañía del mi amigu Milio el de Villaescusa, tuvi ocasión  de visitar dos de los sus viveros de pumares, uno en Sales y otru en La Riera.

En Sales nuna finca totalmente llana, tien Milio un gran viveru de pumares, nel tien mas de 10.000 pumares, la próxima primavera estos pumares van ser ensertaos de les distintes variedaes  de sidra o de mesa y un añu dempués van tar listos pa ser tresplantaos a les pumaraes.

En El Taquín (La Riera) visitamos otru viveru, esti ye mas  pequeñu qu'el de Sales pero, no obstante nel, hai dellos miles de pumares, como tovia teníamos un pocu de tiempu visitamos tamien una gran plantación de pumares cerca de Lue, cultivaos pol sistema de eje vertical.


Nel siguiente video y fotografíes podemos ver una panorámica de too esto, hai que pinchar sobre les fotografíes pa veles ampliaes y en toa la su belleza.

Vivero de Sales
Vivero de Sales
Vivero de Sales
Vivero de Sales
Vivero de La Riera
Vivero de La Riera
Vivero de La Riera

Vivero de La Riera







10 octubre 2016

Como era un día en las Escuelas Publicas de Pernús visto por un rapaz de Villaescusa

Escuelas de Pernús
Voy a describir hoy como era un día normal  de los alumnos que asistíamos a clase en las Escuelas Públicas de Pernús en los últimos años 50  y primeros 60 del pasado siglo XX, todo ello basado en mis propios recuerdos.

A las Escuelas Publicas de Pernus asistíamos los niños y niñas de la parroquia formada por los pueblos de Pernús, Beldréu, El Conyéu, La Corraliega, La Vega, La Tura, El Bustiu, Arriondi, La Viesca, La Venta, La Teya, El Ablaneu y Villaescusa.

Aula de una escuela rural
Habia dos aulas, una para niños y otra para niñas, en la de niños que es la que yo mas conozco, había varias hileras de pupitres, en cada uno se sentaban dos alumnos, enfrente estaba la mesa del maestro, y detrás en la pared un retrato de Franco y un crucifijo, en la pared de la izquierda estaba el encerado y en la pared de detrás había dos mapas de España, uno político y otro físico, además de un mapamundi.


En mi época, la escuela de niñas  estaba  a cargo de una maestra que se llamaba Dña. Josefina, que era muy querida y respetada  por su manera de impartir las clases, así como por su trato amable a la vez que respetuoso con todos. Dña. Josefina, aun vive, las alumnas que asistieron a sus clases guardan muy buenos recuerdos y algunas se mantienen en contacto con ella.

En aquellos años, por la escuela de niños pasaron varios maestros, el primero que yo recuerdo se llamaba D. Gregorio, decian que era buen maestro pero yo no tengo buen recuerdo de el, yo era pequeño y el reñía, hablaba a voces y amenazaba con un palo, yo era muy nervioso y lo pasaba verdaderamente mal. Fue sustituido por otro maestro que se llamaba D.Manuel, que estuvo poco tiempo en Pernús. Finalmente llego un maestro que se llamaba D. Raimundo Tejeiro, este estuvo en Pernús varios cursos y es del que mejor recuerdo tengo, tenia verdadero interés en que los alumnos  adquirieran conocimientos y el se implicaba en ello.        

Enciclopedia de Alvarez
La verdad es que visto desde hoy, la asistencia a clase sobre todo de los que vivíamos mas lejos como era mi caso, que vivía en Villaescusa, era un verdadero sacrificio, las clases comenzaban a las 9 de la mañana así que para llegar a tiempo había que salir de casa como muy tarde a las 8:15, esto en pleno invierno era al amanecer, bajábamos hasta Pernus por caminos y sendas bastante intransitables, llenos de charcos y barro y soportando las inclemencias del tiempo, lluvia,  viento y frió el calzado que llevábamos generalmente eran “les madreñes” íbamos cargados con la mochila donde llevábamos el material escolar, y una espuerta con la comida pues teníamos que llevar la comida porque no daba tiempo a venir a comer a casa, a veces llegábamos con los pies mojados y aguantábamos la mojadura todo el día.

Crucifijo y retrato de Franco
Como digo la clase comenzaba a las 9:00 y duraba hasta las 12:00 con un periodo de ½ hora para el recreo, durante el recreo los niños jugábamos al futbol, al escondite o al cascayu y las niñas jugaban al corro o a saltar la comba, a las 12:00 terminaba la jornada de mañana, los que vivIan cerca iban a comer a casa, los que íbamos de mas lejos comíamos la comida que llevábamos sentados en el pórtico de la iglesia o si hacia buen tiempo íbamos a comer al “prau pidal”.

A las 14:00 comenzaba de nuevo las clases, de un tirón hasta  las 16:00 horas que era cuando terminaba la jornada lectiva, después de un rato de juegos en la plazuela volvíamos a casa por los mismos caminos que a la ida, luego había que terminar las tareas que no se habían acabado en clase y después en muchos casos ayudar en casa en lo que buenamente podíamos.

Mas o menos de esta manera transcurría un día en Las Escuelas Publicas de Pernús en aquellos ya lejanos años, como se puede comprobar nada que ver con como se hace ahora, los que puedan leer esto y hayan ido a estas escuelas seguramente se identificaran con todo esto.