20 agosto 2018

Anecdotas de las escuelas de Pernús

Ya falta poco para que los que fuimos a clase a las antiguas Escuelas Publicas de Pernús nos reunamos para celebrar nuestro segundo encuentro anual, que tendrá lugar el próximo día 1 de septiembre, con este motivo voy a recordar unas anécdotas o aventuras, vividas en tiempos de D. Gregorio que fue mi primer maestro.

D. Gregorio era muy amigo de aquello de que,  ----"la letra con sangre entra"---- y él lo ponía en practica continuamente, yo en aquella época era pequeño y aunque tengo que decir que a mi nunca me pego, yo le tenia muchísimo miedo por las voces que daba continuamente y las palizas a mis compañeros mayores incluido a su propio hijo.

Tengo que decir que algunos de mis compañeros mayores eran bastante cafres y no se lo ponían nada fácil, continuamente le estaban provocando y le hacían muchas "putadas", incluso sabiendo que mas tarde iban a llevar unos palos, yo creo que pensaban que como lo de llevar palos era una cosa habitual y la mayoría de las  veces sin ningún motivo, al menos que alguna vez si lo hubiese.

Recuerdo que en una ocasión fueron a pescar pescardos al rió que viene desde Beldréu y pescaron una anguila, como no sabían muy bien que hacer con ella, no se les ocurrió mejor cosa que coger una pecera vacía que el maestro tenia encima de su mesa, llenarla de agua y meter en ella la anguila, ni que decir tiene que cuando el maestro la vio monto en cólera y ya empezó el follón, empezó a gritar y preguntar, ----¿quien ha sido? ----,   ----¿quien ha hecho esto? ----, como nadie se inculpo empezó a repartir palos a todos  y les obligo a devolver la anguila al rió, los mas pequeños asistíamos a esto atemorizados, yo al menos.

En otra ocasión, a la hora del recreo fueron a coger grillos al "prau pidal", los trajeron para la escuela, los metieron en los viejos tinteros, y los dejaron por los pupitres y las ventanas, cuando regresamos a clase después del recreo, salio una "güeyada" de sol y los grillos empezaron a cantar dentro de  la escuela, otra vez se armo la de "coyer", el maestro encendido dando voces y a palo limpio detrás de los supuestos culpables, que naturalmente no se dejaban coger fácilmente, y andaban por toda la clase hasta que el maestro se calmaba. 

Era bastante frecuente que hubiera una pelotera a la hora de entrar a clase después de comer, el maestro abría la puerta de la escuela y gritaba  ----"adentro"----, los mas pequeños entrabamos como corderinos pero algunos de los mayores le contestaban desde el pórtico de la iglesia ----"la burra de mento come cemento"---- y por supuesto no entraban, D. Gregorio se encabritaba y gritaba de nuevo ----"he dicho que adentro"---- y otra vez le contestaban, ----"la burra de mento come cemento",---- entonces, cogía el palo y salia a buscarlos pero ellos escapaban por detrás de la iglesia, corrían mas que él y no podía meterlos para la escuela, a veces tenia que bajar su mujer, que se llamaba Elisa y entre los dos conseguían que entraran y después ya se sabe paliza al canto.

El próximo día 1 de septiembre nos reuniremos y recordaremos estas y otras anécdotas de aquellos tiempos cuando íbamos a la escuela, que aunque en muchos aspectos y vistos desde hoy, eran bastante penosos, también tenían cosas buenas,  cosas que estoy seguro que nos prestara mucho recordar.




04 agosto 2018

N'alcordanza y homenaxe del mio bisabuelu Xuan.

El mio bisabuelu per llinia materna, llamabase Xuan Carús, era de Los Aceos, un llugar de la parroquia de Pivierda, tuvo casau con Casimira Fresno, del pueblu de Llineres, na parroquia de Rales y tubieren tres fios, Maria, Benigna y Santos Carus Fresno.
Xuan, era un hombre podiamos dicir adelantau al tiempu que-y toco vivir, ademas de dedicase a los llabores  del campu, era relojeru, oficiu que deprendio el solu armando y desarmando vieyos relojes, ademas de relojes tamien arreglaba maquines de coser.
Anque yo nun llegue a conocelu, si me alcuerdo de un pequeñu cuartu llenu de relojes dalgunos dellos desarmaos encima de una mesa, y tamien me alcuerdo de un gran reló de sol na fachada de la so casa de Los Aceos.
Xuan Carùs
De Xuan cuntabase una anedota curiosa, nuna ocasión llego a Los Aceos una muyer de Fanu con una maquina de coser al costazu pa  que Xuan le echara una güeyada pos la dichosa maquina nun funcionaba bien, era pel tiempu la herba y Xuan taba muy atareau y nun podía miraila nel momentu asi que dixo-y que tenia que dexala y que ya la miraria, la muyer contesto-y que nun podia dexala porque entos tenia que volver a Fanu sin ella y volver otru dia a buscala y que por favor se la mirara al momentu. Xuan compadeciendose de la muyer y sabiendo la gran caminata que tenia que facer dende Los Aceos hasta Fanu accedio a mirala nel momentu, agarro la maquina punxola enrriba de de una mesa, quito-y la tapa y soplo delles veces sobre el mecanismu, agarro una aceitera y echo-y  varies gotes de aceite donde el considero necesariu, empezo a dai al rabil y la maquina empecipio a coser perfeutamente.
Xuan dixoy a la muyer que ya taba lista, que solamente necesitaba un pocu de limpieza y engrase, la muyer mostrose agradecia y pregunto-y cuantu-y debia,  Xuan dixo-y; ----- Son cinco pesetes, cantida, bastante importante pa aquellos tiempos (primeros años del siglu XX), la muyer dixo-y.----- ¿Home, va cobrame cinco pesetes solu por soplar un pocu y echa-y unes gotes de de aceite?. ---- A lo que Xuan respondió: ---- Non, por soplar y echar l'aceite son cincuenta céntimos, les cuatro pesetes y cincuenta céntimos restantes son por saber onde había que soplar y onde había que echar l'aceite, la muyer dio-y les cinco pesetes a Xuan y marcho co la maquina pa Fanu, entendiendo que pa facer una cosa, primero hay que saber como se fai.

El reló de sol que muestro en la foto féxilu yo, fai unos cuantos años en su memoria y recuerdu y funciona perfeutamente non atrasa nin adelanta, eso si, pa que funcione tien que facer sol y de eso esti añu n'Asturies tamos un pocu escasos así que tengo algunos poblemas pa saber la hora que ye.