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Escuelas de Pernús |
Voy a describir hoy como era un día normal de los alumnos que asistíamos a clase en las
Escuelas Públicas de Pernús en los últimos años 50 y primeros 60 del pasado siglo XX, todo ello
basado en mis propios recuerdos.
A las Escuelas Publicas de Pernus asistíamos los niños y
niñas de la parroquia formada por los pueblos de Pernús, Beldréu, El Conyéu, La Corraliega, La
Vega, La Tura, El Bustiu, Arriondi, La Viesca, La Venta, La Teya, El Ablaneu y
Villaescusa.
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Aula de una escuela rural |
Habia dos aulas, una para niños y otra para niñas, en la de niños que es la que yo mas conozco, había varias
hileras de pupitres, en cada uno se sentaban dos alumnos, enfrente estaba la
mesa del maestro, y detrás en la pared un retrato de Franco y un crucifijo, en la pared de la
izquierda estaba el encerado y en la pared de detrás había dos mapas de España, uno político y otro físico, además de un mapamundi.
En mi época, la escuela de niñas estaba a cargo de una maestra que se llamaba Dña. Josefina, que era muy querida y
respetada por su manera de impartir las clases, así como por su trato amable a la vez que respetuoso con todos. Dña. Josefina, aun vive, las alumnas que asistieron a sus clases guardan muy buenos recuerdos y algunas se mantienen en contacto con ella.
En aquellos años, por la escuela de niños pasaron varios maestros, el primero que yo recuerdo se llamaba D. Gregorio, decian que era buen maestro pero yo no tengo buen recuerdo de el, yo era pequeño y el reñía, hablaba a voces y amenazaba con un palo, yo era muy nervioso y lo pasaba verdaderamente mal. Fue sustituido por otro maestro que se llamaba D.Manuel, que estuvo poco tiempo en Pernús. Finalmente llego un maestro que se llamaba D. Raimundo Tejeiro, este estuvo en Pernús varios cursos y es del que mejor recuerdo tengo, tenia verdadero interés en que los alumnos adquirieran conocimientos y el se implicaba en ello.
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Enciclopedia de Alvarez |
La verdad es que visto desde hoy, la asistencia a clase sobre
todo de los que vivíamos mas lejos como era mi caso, que vivía en Villaescusa, era un verdadero
sacrificio, las clases comenzaban a las 9 de la mañana así que para llegar a
tiempo había que salir de casa como muy tarde a las 8:15, esto en pleno
invierno era al amanecer, bajábamos hasta Pernus por caminos y sendas bastante intransitables,
llenos de charcos y barro y soportando las inclemencias del tiempo, lluvia, viento y frió el calzado que llevábamos generalmente
eran “les madreñes” íbamos cargados con la mochila donde llevábamos el material
escolar, y una espuerta con la comida pues teníamos que llevar la comida porque
no daba tiempo a venir a comer a casa, a veces llegábamos con los pies mojados
y aguantábamos la mojadura todo el día.
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Crucifijo y retrato de Franco |
Como digo la clase comenzaba a las 9:00 y duraba hasta las
12:00 con un periodo de ½ hora para el recreo, durante el recreo los niños jugábamos
al futbol, al escondite o al cascayu y las niñas jugaban al corro o a saltar la
comba, a las 12:00 terminaba la jornada de mañana, los que vivIan cerca iban a
comer a casa, los que íbamos de mas lejos comíamos la comida que llevábamos
sentados en el pórtico de la iglesia o si hacia buen tiempo íbamos a comer al “prau pidal”.
A las 14:00 comenzaba de nuevo las clases, de un tirón hasta las 16:00 horas que era cuando terminaba la
jornada lectiva, después de un rato de juegos en la plazuela volvíamos a casa por los mismos caminos que a la ida,
luego había que terminar las tareas que no se habían acabado en clase y después
en muchos casos ayudar en casa en lo que buenamente podíamos.
Mas o menos de esta manera transcurría un día en Las Escuelas Publicas de Pernús en aquellos ya lejanos años, como se puede comprobar nada que ver con como se hace ahora, los que puedan leer esto y hayan ido a estas escuelas seguramente se identificaran con todo esto.